A uno no lo preparan para ver a su hijo(a) con el corazón roto, y cuando crees que eso puede pasar piensas que quizá será por alguna cuestión de pareja y que para eso quiza falte mucho tiempo todavía... lo que otra vez nadie me conto sobre el autismo.
Te cuento nuestra historia
Era viernes y como cada día a las 3:00pm en punto estaba esperando a Abel bajarse del bus , lo recibo con mi teléfono prendido porque quería tomarle un vídeo de el corriendo a agarrar su nueva obsesión : una lampara de pilas 🔋
Pero hoy fue diferente.
Abel tardo en bajarse y desde antes de verlo pude ver en la cara de la mujer que maneja el bus que algo no estaba bien, Abel bajo sin zapatos y con el corazón roto , con sus lágrimas escurriéndole y la persona que lo ayudo a bajar no sabía explicarme qué le pasaba y solo me dijo :
¨Le pregunte que le pasa pero no sabe decirme y no quiere ponerse los zapatos.”
Abel solo me decía con su voz entrecortada que algo le daba mucho asco y que no quería ponerse los zapatos mientras me pedía ayuda:
¨mom the help¨
Yo le dije: “Abel mira, vamos por tu lámpara” pero ni así dejaba de llorar.
Entonces hice lo que cualquier mamá hace cuando ve a su hijo con el corazón roto:
Lo abrace fuerte, le dije que lo amaba mucho y le dije: Lo siento mucho Abel, mientras esperaba que se calmara.
Lo lleve adentro , cambie su pantalón y le mostré unos zapatos limpios y Abel al fin sonrió.
Y corrió y tomó su lámpara de pilas🔋
Un compañero de Abel había vomitado en la salida de la escuela , justo en el zapato de Abel y aunque las maestras intentaron limpiarlo … eso lo llevo a una crisis.
Esta semana escuché comentarios de personas que enlistaban todo lo que me faltaba hacer “bien” como mamá de un hijo con autismo, y me di cuenta de todo con lo que he tenido que lidiar , situaciones que no me había tocado con mis hijos mayores,
por ejemplo: Explicar el porqué mi hijo come o no come, Dar solo buenas noticias o reporte de avances o no avances como si estuviera obligada a ello, el porque de las terapias que toma y porque no las que las demás personas sugieren, y es que pareciera que todos menos tú, tienen las mejores ideas para lidiar con el autismo y sus colores.
Hoy un zapato mojado , me enseño que las horas de terapia, las consultas y los doctores no te preparan para sanar un corazón roto, su terapeuta no me dio la receta para una crisis por un “zapato mojado”.
La manera de sobrellevar esa crisis salió de mi , de mi amor hacia el, del amor y la paciencia que nos tenemos el uno al otro, yo para entenderlo y el para esperarme.
La misma paciencia y el mismo amor que hace que una mama se levante y termine su dia sin importar el color que el autismo haya mostrado, unos dias mas oscuros que otros,
y que al dia siguiente lista o no, se prepare para un nuevo dia.
Abel vino con su lámpara de pilas , me dio un abrazo y después se quedó dormido en el carro.
“Lo haces muy bien jazmínni”.
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